martes, 24 de octubre de 2017

Roto

Dedicada a Miguel Hernández Gilabert.  Mi espejo y mi corazón.


Hoy no estoy para lunas,
que roto estoy de amores,
y aunque familiares los dolores,
no por ello menos me duelen

ni menos me duran.

Aventado voy,
dolorido vengo,
que una verea me dio,
y ahora ya el alma no siento.

¡Miguel, ay Miguel amado!
¿Cómo pudo ser este labradío tan cruel
que esta cardíaca gleba ha soterrado?

Miguel, si soy cuerpo de ricino y hiel
dime tú, que guerras perdidas has librado,
¿Cómo me volveré de almíbar o de miel?

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