martes, 17 de octubre de 2017

Esperando



Súbito amanezco bajo las mantas pesadas,
oigo el bramar de las sirenas lejanas
y aturdido rezo que una de ellas sea la tuya,
en el muelle ya
las fábricas tocan diana.

Me vestiré e iré a nuestra caleta de rosas,
vislumbraré en la niebla tu chalana azarosa,
imaginaré caliente tu bocado de sal en mi boca,
suplicaré al mar que me lleve, contigo...
dónde quiera que estés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario