Caminando va, entre un cortejo de fusiles
cuando se levanta la aurora,
la tierra le aguarda, servil
al plomo y a la cal dadora
de la muerte de Federico,
de Federico García Lorca.
Un mísero pelotón le acompaña,
cargan la vergüenza en su fusil,
y cargan la afilada guadaña
de esta España lúgubre y vil
que le arrancará las entrañas,
¿Dónde fue la injusticia ruin?
...fue en Granada
Sabedlo todos...
¡En su Granada!
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