Que ardan las escuelas de economía,
Que ardan los bancos centrales,
Que ardan las cancillerías.
Que ardan los paraísos fiscales,
Que ardan los mercados de valores,
Que ardan los templos neoliberales.
Que ardan los especuladores,
Que ardan las redes sociales,
Que ardan los políticos ladrones.
Que ardan los catedráticos legos,
Que ardan las fortunas indecentes,
Que ardan los emprendedores borregos.
Que ardan los adictos al dinero,
Que ardan sus coleccionistas,
Que ardan todos, compañeros,
Que ardan en el infierno.
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