No eran más que dos,
sólo dos filas más adelante
se encontraba sola y radiante
la vista única de mis ojos.
Sentía que casi podía tocar el cielo
que sería el tacto suave de su pelo,
pero no me atreví, no,
a algo más que un:
``hola, ¿cómo estás?´´
Luego todo se acabó,
pero no me atreví, no,
a algo más que un:
``hola, ¿cómo estás?´´
Luego todo se acabó,
salimos de allí a fuera,
el Sol suave templaba la tarde
de un verano todavía nonato;
el Sol suave templaba la tarde
de un verano todavía nonato;
Nuestros cuerpos alzados
se aproximaban accidentales,
tímidamente, luego se separaban,
como repudiándose,
quitándose importancia.
Había vibraciones imperceptibles,
flexiones en las miradas
que nos enviábamos con efectos
de billar y bolas a tres bandas.
¿Por qué todo lo hermoso
se acaba siempre tan pronto?
Al final, tan sólo me queda
la larga y dolorosa espera,
la tristeza de no saber más,
de no saber cuando te volveré a ver,
de no saber, amor...
cuando nos volveremos a encontrar.
la tristeza de no saber más,
de no saber cuando te volveré a ver,
de no saber, amor...
cuando nos volveremos a encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario