sábado, 13 de febrero de 2021

Soneto para Sonia

Sin ti, yermo estaba y no lo sabía,

hasta que mi barro mortal se topó el fruto

que yacía lánguido, tosco e hirsuto

tirado en un rincón del alma mía.


Poder quererte no es una utopía,

es un regalo de la vida a este bruto

que soy, y seré culpable de este furto

que pícaramente le hice a la vida.


Pero ahora tengo tus oceánicos ojos,

que son dos mares lindos que concentran

toda la belleza de tu mundo indómito.


¿Y qué más podría necesitar este loco?

nada más, mi amada Sonia,

nada más que cada día

me sigas dejando, amarte un poco.











No hay comentarios:

Publicar un comentario