Despiadada luz que huyes
alumbra a este invierno oscuro
para que se haga verano en mi,
y salir de este zulo.
Infame luz que me alumbras
con tu brillo hosco y tus luegos
lléname este hueco del alma
que todavîa no tiene dueño.
Lánguida luz de azabache
dame un halo de esperanza
que sea benéfico en mi,
y me remueva esta lanza.
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