Belleza incauta e injustificable
eres un río sin cauce que fluye
como una líquida luz voluble
inundando mis cuencas mortales.
Poesía de Fierro y alumbre,
graciosa ola que alcanzas la playa
del mar rompiente de Madariaga
cuando me abraza tu brisa dulce.
Te veo venir y marchar altiva
y me pregunto, cuál es el origen
de la más bella flor del lumen.
Y mientras, me asfixia esta deriva,
este aire hosco, esta muerte en vida,
síguenos dando luz,
ahora... desde arriba.
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